¿Alguna vez te has dicho “este año sí empiezo a correr”… pero no pasaste de la primera semana? Tranquilo, no estás solo. Todos los runners alguna vez fueron principiantes. Y la buena noticia es que sí se puede empezar de cero y amar correr. Aquí te contamos cómo lograrlo sin frustrarse ni lesionarte.
Paso 1: Cambia el chip (mentalidad antes que rendimiento)
Antes de ponerte los tenis, necesitas una cosa: motivación realista. No se trata de correr 10K en un mes, sino de disfrutar el proceso.
- Define tu “para qué”: ¿quieres desestresarte, estar más sano, tener un tiempo para ti?
- Piensa en correr como autocuidado, no castigo.
- Recuerda: empezar lento no es fracasar, es inteligente.
Paso 2: Equípate con lo básico
- Tenis adecuados (idealmente para tu tipo de pisada).
- Ropa cómoda y transpirable.
- Si corres de noche: algo reflejante.
- Opcional pero útil: una app de running o reloj para medir tus avances.
Paso 3: Sigue un plan progresivo
Ir de cero a cien es receta para frustración y lesiones. Mejor:
Semana 1-2: Camina 5 min + trota 1 min (x3)
Semana 3-4: Camina 2 min + trota 3 min (x3)
Semana 5 en adelante: Comienza a aumentar el trote y reducir caminata
TIP: Usa música o podcasts para motivarte y mantenerte enfocado.
Paso 4: Correr también es mental
- Hay días que el cuerpo puede, pero la mente no quiere. ¡Es normal!
- Ten frases motivadoras listas o visualiza cómo te sentirás al final.
- Celebra cada pequeño avance, como tu primer 2K completo.
Paso 5: Dale gasolina al cuerpo
- Hidrátate antes, durante (si es más de 30 min) y después.
- No corras con el estómago vacío, pero tampoco justo después de comer.
- Aliméntate bien: lo que comes impacta en tu energía.
Paso 6: Cuida tu recuperación
- Haz estiramientos después de correr.
- Alterna días de entrenamiento con descanso activo.
- Considera herramientas de recuperación como botas de presoterapia, mangas de frío/ calor o masajes deportivos.

Paso 7: Conecta con otros runners
¡No tienes que hacerlo solo!
- Únete a un grupo de running local o digital.
- Comparte tus avances en redes (sí, eso también motiva).
- Invita a alguien a correr contigo: compromiso compartido = más constancia.
Ser runner no es tener el mejor tiempo o correr maratones. Es ser constante, disfrutar el camino y escuchar a tu cuerpo. Así que ya lo sabes: no necesitas experiencia, solo decisión.
Hoy puedes empezar. El primer paso no es físico, es mental. ¡Nos vemos en la pista!