Correr en clima cálido puede sentirse como un reto extra… y lo es. El sol pega más fuerte, sudas el doble y tu cuerpo se cansa más rápido. Pero no todo está perdido. Con algunos ajustes inteligentes en tu rutina y equipamiento, puedes seguir corriendo sin poner en riesgo tu salud (ni tu motivación).
Aquí te van 7 tips para correr con calor sin sufrir en el intento:
1. Corre temprano o al atardecer
Evita las horas donde el sol está más fuerte (entre 11 a.m. y 5 p.m.). Lo ideal es salir al amanecer o justo antes de que se esconda el sol, cuando la temperatura baja y el asfalto no quema tanto.
2. Elige ropa ligera y técnica
Ropa transpirable, de colores claros y tejidos técnicos es tu mejor aliada. Evita el algodón, ya que absorbe el sudor y se vuelve pesado.
3. Hidrátate antes, durante y después
No esperes a tener sed. Toma agua desde antes de salir y, si correrás más de 45 minutos, considera llevar hidratación contigo. Las bebidas con electrolitos pueden ayudarte a reponer lo que pierdes con el sudor.
4. Protege tu piel
Usa bloqueador solar resistente al sudor, aunque no haga sol directo. Los rayos UV están ahí, y correr con la piel quemada no es n

5. Escucha a tu cuerpo (no al ego)
El calor afecta tu rendimiento. No intentes mantener el mismo ritmo que en clima fresco. Escucha a tu cuerpo, reduce la intensidad si lo necesitas y evita entrenamientos de máxima exigencia a pleno sol.
6. Corre en sombra siempre que puedas
Parques, rutas con árboles, calles con sombra de edificios: todo vale. Correr al sol directo agota mucho más rápido y eleva tu temperatura corporal peligrosamente.
7. Usa mangas frías para regular tu temperatura
Aquí entra un tip que pocos runners conocen: las mangas frías no solo son para después de correr. Puedes enfriarlas previamente y usarlas durante el entrenamiento para mantener tus músculos frescos y tu cuerpo más estable. Funcionan como un escudo contra el calor, ayudándote a aguantar más y recuperarte mejor.
Bonus Tip:
Después de correr, las mangas frías también te ayudan a bajar la temperatura muscular, prevenir inflamación y evitar que te sientas “aplastado” el resto del día. En días muy calurosos, tu recuperación es tan importante como el entrenamiento.
Conclusión
Correr en calor no tiene que ser una tortura si lo haces con estrategia. Cuida tu cuerpo, respeta tus límites y adapta tu rutina según el clima. Y si tienes unas mangas frías a la mano… aún mejor.